Un patético adiós de un poeta maldito
Intente ser perfecta, pero mientras lo intentaba me dí cuenta que era imposible lograr tal proeza.
Luché con mis fuerzas desvanecer la sombra dentro de mí, más sin embargo, se mantuvo presente. Hasta que ella me venció a mí.
Alguna vez quise me reconocieran por como mostraba la verdad, pero el mundo y su crueldad es un mazo que pega duro, dejandote inválido para que la verdad nunca sea dicha o replicada.
El mundo y sus vueltas con muchos días y muchas noches dónde muchos pasan por el aula de la vida, jugando el juego de la muerte. Y este ni por enterado se da entre tanta multitud de tus luchas, carencias, querencias.
Un mundo salvaje que come y devora a la primera oportunidad.
Me retiro en paz, me retiro reconociendo que perdí. Eso me hace débil, incompetente, absurda y hasta incoherente luego de tanta esperanza, luz y amor entregados. Creo que nadie siquiera recordará nada de lo mostrado y pocos apreciarán la belleza oculta en el alma sufriente lo bello y lo imperfecto y perfecto.
Te amé, me llené de rencor, te perdone, te volví amar, te entendí, te ví, te olvidé. Me volví a enamorar, me volví a olvidar. ¿Se puede lograr ser un robot?, Es mejor.
Sí pudiese morir y que nunca me veas hacerlo, sería lo ideal para mí, temo tu odio por mi cobardía que finalmente venció a mí voluntad, si es que alguna vez la tuve, Perdóname.
Me ilusioné, creí en el amor, soñé con la posibilidad de vivir algo diferente, nada se dió, el mundo me despojo de cualquier posibilidad de seguir viviendo en él. ¡por favor!. Que alguien pase un veneno mejor y se acabe este momento.
Mañana y los días venideros todos continuarán con sus vidas, hablando de sus miedos, e intentando ganar una batalla ya perdida.
Joslid Salazar
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