Como venezolano, profesional y hombre con una fe que no la quebranta una circunstancia política, como la que acontece, puesto que mi bienestar y mi paz no están condicionados a ningún factor externo.
Quiero escribir para quienes se sienten tristes, angustiados o frustrados.
He aprendido que mi equilibrio no me lo quita nada ni nadie y que ante acontecimientos significativos, que pudieran resultar amenazantes, me detengo a mirarme a mí mismo y a reafirmar lo que soy:
Soy un ser inteligente, con fe en Dios y en mí mismo, capaz de enfrentar toda adversidad. He aprendido en toda crisis a fortalecer mi esperanza y a descubrir las oportunidades que hay ocultas en todo eso que llamamos pérdidas o fracasos.
Es tiempo o momento para afianzar mi creencia de que mi plenitud no requiere que ocurran las cosas.
Las cosas ocurren y yo las asimilo. Acepto lo que pasa si no lo puedo modificar y desarrollo mi flexibilidad y adaptación para vivir feliz con la situación o a pesar de la situación.
En estos momentos yo acepto esta circunstancia y pongo la mirada en el futuro, en el que aparecerá una luz, una nueva oportunidad y no me desaliento, sino por el contrario, me inspiro en la fe en Dios y en mi fortaleza, la cual he construido con todas las crisis que he tenido, adversidades, fracasos y pérdidas y me decido a caminar con las fuerzas de mis convicciones, hacia un futuro cuyo desafío me hace más fuerte.
Los invito a reafirmarse como seres capaces de vencer todo obstáculo, a no perder el foco de lo que quieres, a renunciar al miedo y a caminar con fe de que en todo hay una oportunidad. Es el momento de crecer y de saber que no estamos solos, los venezolanos somos un bloque…que debemos mantenernos unidos y optimistas, porque los grandes retos, representan grandes desafíos y los grandes desafíos requieren de hombres grandes en fe y en esperanza, que no desfallezcan ante ningún obstáculo, por más grande que parezca.
Dios está con nosotros, con todos, sin color, sin prejuicios, sin discriminaciones de ningún tipo, y contra la justicia divina no hay fuerza humana que pueda, pero tener fe va por nuestra cuenta, súbele el volumen a tu fe y bendice este momento, descansa en los brazos de Dios y comienza tu ejercicio de proyectar optimismo en medio de tanto pesimismo, porque eso te eleva a un nivel en el que puedes estar feliz, más allá de las circunstancias.❤
Escrito por: Carlos Fraga